Nos trasladamos a la comarca de la Campiña Sur Cordobesa a conocer uno de sus pueblos más señeros, Aguilar de la Frontera, villa señorial donde el blanco caserío escala por sus colinas.
Los orígenes de Aguilar son muy antiguos, teniendo fundación ibero-romana en el cerro de su castillo. Nuestra excursión comenzará visitando los restos de esta fortificación medieval, donde se encuentra instalado el Centro de Interpretación del Paisaje y la Historia de Aguilar de la Frontera, que nos ayudará a comprender la larga historia del municipio a través de material multimedia, además de divisar unas hermosas vistas.
En la antigua villa se conserva la bella iglesia gótico-mudéjar de Santa María del Soterraño. En su interior sobresale, entre otras cosas, la soberbia capilla sacramental y el camarín de yeserías barrocas de Jesús Nazareno, una escultura cercana al círculo de los Mora, al que tendremos la ocasión de ver de cerca en su camarín.
La población fue conquistada a los musulmanes por Fernando III el Santo, y tras la desaparición del reino nazarí de Granada, se desarrolló el actual municipio fuera de las murallas en zonas más llanas. En nuestro recorrido por sus calles podremos comprobar que Aguilar ha sido una ciudad señorial durante la Edad Moderna, donde una poderosa nobleza local construyó sus suntuosas casas solariegas. Tendremos la ocasión de conocer la historia de algunas de estas familias mientras contemplamos las bellas portadas con sus escudos heráldicos.
Las órdenes religiosas también se asentaron en ella donde encontraron fácilmente patrocinadores en esta nobleza local. Entre todos los conventos sobresale uno, el convento de San José y San Roque, una auténtica joya del barroco cordobés. En nuestra visita a su interior podremos deslumbrarnos por la exuberancia decorativa, lugar donde todas las artes confluyeron para hacer de esta iglesia un conjunto único, sobresaliendo el conjunto de pinturas.
Pero sin lugar a dudas, el elemento patrimonial más singular de esta localidad es su famosa plaza ochavada de San José. De estilo neoclásico y de mayores proporciones a nuestra homónima de Archidona, en ella también se ubica su ayuntamiento y es otro ejemplo sobresaliente del urbanismo andaluz. Al igual que también sobresale en su arquitectura civil la preciosa torre barroca del reloj. Construida en el siglo XVIII, es fruto del empeño del pueblo de Aguilar de tener un reloj que les proporcionara las horas a la villa.
Contenidos e itinerario a cargo de Alberto López, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Málaga (2012), Máster de Arquitectura y Patrimonio en la Universidad de Sevilla, y guía oficial de turismo.