Durante el siglo XVII la representación de santos en el arte español experimentó un extraordinario auge auspiciado por la doctrina contrarreformista. El Concilio de Trento vino a exigir utilizar estas imágenes con fines propagandísticos para promover la devoción entre los fieles, alcanzando el barroco naturalista en estas iconografías auténticas cotas de maestría con retratos de gran realismo y enorme carga dramática y efectividad emocional.
La exposición está realizada en colaboración con el Museo de Bellas de Valencia y cuenta con unas 40 pinturas y esculturas españolas y algunos ejemplos italianos. En la muestra se podrá ver la evolución de la pintura barroca, desde los primeros artistas que practicaron el austero y oscuro naturalismo inspirado por Caravaggio y José de Ribera, hasta la irrupción del barroco pleno, inspirado por el color veneciano y las formas exaltadas de Rubens. Una pintura alejada de toda belleza idealizada, pero casi hiperrealista en las texturas de los cuerpos, tejidos y objetos, una iluminación dirigida y contrastada de sombras negras y amenazantes, potentes haces de luz que destacan a los personajes y formatos monumentales que aumentan la impresión sobrecogedora de estas piezas.
Algunos de los artistas que podremos contemplar son Velázquez, Murillo, Ribera, Alonso Cano, Pedro de Mena, Martínez Montañés, Luca Giordano, Amidani, Vaccaro, Herrera El Viejo, Ribalta… Todo un elenco de los mejores artistas del momento que dieron forma a todo un “arte de ver”, un extenso caudal de imágenes nacidas para persuadir y conmover, y de una belleza y originalidad pocas veces vista en Europa, que en España supuso una indiscutible cumbre creativa.
Información sobre la actividad:
Contenidos e itinerario a cargo de Alberto López, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Málaga (2012), Máster de Arquitectura y Patrimonio en la Universidad de Sevilla, y Guía Oficial de Turismo.