Los Montes de Málaga, antes de ser parque natural, tuvieron vocación viticultora. Desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX las laderas de los Montes estuvieron sembradas de extensos viñedos, produciendo un vino cuya fama llegaría hasta la corte de los zares Rusia. Hoy en día cuesta imaginarse que los pinares que pueblan este agreste paisaje fue hace más de un siglo una tierra salpicada de parcelas labradas intensivamente, de lagares, de majestuosas casas señoriales y de pequeñas aldeas.
¿Pero cómo surgió todo esto? ¿Cómo era la vida y las casas de aquellas gentes? ¿Qué queda de todo aquello?
Fruto de aquel pasado agrícola nos ha quedado un patrimonio etnológico y arquitectónico hoy apenas conocido por los malagueños, en un agradable paseo siguiendo el curso del arroyo Chaperas visitaremos algunos lagares de los siglos XVIII y XIX haciendo una mirada distinta a la agricultura, la sociedad rural, la arquitectura popular y la crisis que acabó con un mundo tan viejo como los propios Montes.
Comenzaremos nuestra ruta visitando el Lagar de Torrijos, en pleno Parque Natural Montes de Málaga, un precioso edificio edificado a mediados del siglo XVIII dedicado a una producción mixta de vino y aceite. La explotación alberga entre otros muchos elementos de interés una de las últimas prensas de vino tipo viga de la provincia, tinajas de fermentación y una interesante almazara de aceite. Seguiremos caminando por un sendero de fácil recorrido visitando y conociendo los restos de otros lagares como Benefique, Pacheco bajo, Santillana y Chinchilla.
Visita guiada a cargo de David Ortega López, licenciado en Historia, arqueólogo, Doctor en Historia y Artes por la Universidad de Granada y Guía Oficial de Turismo. Documentación a cargo de Álvaro Amaya Ríos, Graduado en Historia, arqueólogo y divulgador en “Lagares y Cortijos”.