Los Montes de Málaga, antes de ser parque natural, tuvieron vocación viticultora. Desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX las laderas de los Montes estuvieron sembradas de extensos viñedos, produciendo un vino cuya fama llegaría hasta la corte de los zares Rusia. Hoy en día cuesta imaginarse que los pinares que pueblan este agreste paisaje fue hace más de un siglo una tierra salpicada de parcelas labradas intensivamente, de lagares, de majestuosas casas señoriales y de pequeñas aldeas.
¿Pero cómo surgió todo esto? ¿Cómo era la vida y las casas de aquellas gentes? ¿Qué queda de todo aquello?
Fruto de aquel pasado agrícola nos ha quedado un patrimonio etnológico y arquitectónico hoy apenas conocido por los malagueños, en un agradable paseo siguiendo el curso del arroyo Chaperas visitaremos algunos lagares de los siglos XVIII y XIX haciendo una mirada distinta a la agricultura, la sociedad rural, la arquitectura popular y la crisis que acabó con un mundo tan viejo como los propios Montes.
Comenzaremos nuestra ruta visitando el Lagar de Torrijos, en pleno Parque Natural Montes de Málaga, un precioso edificio de la primera mitad del siglo XIX dedicado a una producción mixta de vino y aceite. La explotación alberga entre otros muchos elementos de interés una de las últimas prensas de vino tipo viga de la provincia, tinajas de fermentación y una interesante almazara de aceite. Seguiremos caminando por un sendero de fácil recorrido visitando y conociendo los restos de otros lagares como Benefique, Pacheco bajo, Santillana, Chinchilla y Serranillo.
Contenidos e itinerario a cargo de Álvaro Amaya Ríos, Graduado en Historia por la Universidad de Málaga y Máster de Arqueología en la Universidad de Granada. Como arqueólogo ha colaborado en la realización de catálogos de bienes etnológicos en distintos pueblos de la provincia de Málaga. En la actualidad, continúa sus estudios como doctorando en la UGR analizando las características de la arquitectura agraria malagueña como tema de tesis y además, gestiona el grupo de divulgación “Lagares y Cortijos” en el blog, Facebook y Twitter .