Cuando se habla de Marbella, la mayoría del público piensa en sol, playa y lujo, pero pocos caen en la dilatada historia que posee y en el interesante patrimonio histórico que atesora. Y para demostráoslo y borrar la primera idea, estamos nosotros. Esa será nuestra misión en esta excursión.
Los orígenes del poblamiento prehistórico se remontan al Paleolítico Inferior, y hay constancia de ocupación en el Neolítico, la Edad del Cobre y de la llegada de los fenicios. Comenzaremos nuestra excursión conociendo la romanización del territorio, con la visita guiada a las monumentales Termas Romanas que se conservan con sus bóvedas, instalaciones vinculadas a la población romana de Salduba. Seguiremos por la basílica paleocristiana del siglo IV d.C., que nos habla de la rápida y pronta cristianización que tuvo nuestro territorio. Nos llamará la atención una serie de pilas bautismales dispuestas para el rito del bautismo por inmersión, donde sobresale una que combina la forma de cruz griega con la de pez. A continuación nos dirigiremos hacia la Villa Romana de Río Verde, que destaca por la originalidad de sus mosaicos. Construida en el s. II d.C., sus mosaicos nos reproducen alimentos y los objetos de cocina que utilizaban los romanos; elementos marinos, como anclas, delfines y timones; y a Medusa rodeada de aves acuáticas y cráteras.
Después de un par de horas de tiempo libre para que podáis almorzar de manera libre donde queráis, nos dirigiremos al casco histórico de Marbella. Su origen está hace unos mil años, cuando posiblemente sobre el asentamiento romano de Cilniana se construyó la alcazaba, alrededor de la cual se desarrolló Marbiliya, medina amurallada de calles estrechas e irregulares que todavía se conservan en parte. Con la conquista por los Reyes Católicos en junio de 1485, la ciudad se transformó para adaptarse a los nuevos usos y costumbres. Entre los principales hitos está la construcción de la actual Plaza de los Naranjos, nuevo centro del poder local donde se levantaron la ermita de Santiago, el Ayuntamiento o la Casa del Corregidor, de estilo gótico-mudéjar.
La ciudad se pobló de iglesias, conventos y capillas, y buena parte de ellas han llegado a nuestros días. Sobre la antigua mezquita principal se erigió la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Encarnación, del siglo XVII; fuera de las murallas, la iglesia del Santo Cristo de la Veracruz, perteneciente al antiguo convento franciscano; la ya mencionada ermita de Santiago; y la capilla de San Juan de Dios, perteneciente al antiguo hospital Real de la Misericordia, conserva su artesonado mudéjar. En el otro hospital conservado, el antiguo Hospital Bazán de estilo renacentista, se encuentra la sede del Museo del Grabado Español Contemporáneo.
En nuestro discurrir por el centro histórico de Marbella, caminaremos por la bella Calle Ancha, copada de casonas de la élite local decoradas algunas de ellas con pinturas murales barrocas; o por las plazas que surgieron en el entorno de las tres puertas que tuvo la muralla de la ciudad. Una gran ocasión para conocer Marbella y la gran historia que atesora.
Contenidos e itinerario a cargo de Alberto López, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Málaga (2012), Máster de Arquitectura y Patrimonio en la Universidad de Sevilla, y guía oficial de turismo.