Restituyen los restos del padre Vicaría en el Cementerio San Miguel

Hoy, 16 de julio, día del Carmen,  se ha procedido a restituir los restos del Padre Vicaría en el que fuera su nicho en el Cementerio San Miguel.

El Presbítero D. Francisco Vicaría fue un  fraile carmelita descalzo que en 1831 prestó asistencia religiosa el general Torrijos y todos sus compañeros en el Convento del Carmen donde pasaron su última noche. Más  en concreto acompañó a un joven grumete de 15 años, Francisco García, que se había unido a la expedición  en Gibraltar sólo por el deseo de hacerse marinero y cuyo fusilamiento llevó a la locura a este padre carmelita.

Tras este lamentable hecho, los cuerpos fueron llevaros al Cementerio San Miguel donde el general Torrijos, Juan Lopez Pinto y Manuel Flores Calderón fueron enterrados en nichos y el resto de sus compañeros en una fosa comun a 20 varas de la puerta en el segundo patio, excepto Robert Boyd que por su condición de extranjero fue enterrado en el Cementerio Inglés de Málaga.

Quiso la casualidad que once años después de la ejecución, el mismo día que se ponía la primera piedra del monumento que el arquitecto Rafael Mitjana diseñó para albergar los restos de estos liberales en la Plaza de la Merced, el 17 de abril de 1842, falleciese también el dicho padre Vicaría. La viuda de Torrijos,  Luisa Saenz de Viniegra, le cedió entonces el nicho para que fuese enterrado y descansase donde antes lo había hecho el cuerpo de su marido.

Desafortunadamente desde la clausura de este cementerio en 1987 se produjeron muchas exhumaciones, y no ha sido hasta hoy cuando se han restituido los restos y la lápida que recoge toda esta historia y cuyo contenido reproducimos a continuación:

“La fuerte impresión que le causó aquel suceso le redujo por diez años a un estado de delirio concluyendo su vida a los 66 años, el 10 de abril de 1842, día en que se colocó la primera piedra del monumento que el Ayuntamiento de esta ciudad erigió para colocar los restos mortales del dicho General y sus compañeros. Y su viuda  la Exma. Sra.Doña Luisa de Torrijos, cedió entonces este nicho donde estuvieron los restos mortales del expresado General con objeto de colocar en él los restos de Vicaría”