En el centro de la Campiña Sevillana y rodeada de fértiles tierras se encuentra Marchena, una localidad que atesora un vasto patrimonio histórico consecuencia de su estatus de villa señorial. Sin embargo, este aspecto es poco conocido y por este motivo a Marchena se la denomina la “bella desconocida”. Por esta razón organizamos desde Cultopía con más ganas una excursión cultural para borrar esta imagen y os invitamos a que nos acompañéis a comprobarlo.
Marchena se conformó en época musulmana y al recorrer sus calles podremos divisar las grandes murallas almohades del siglo XII que conserva en muy buen estado. Cruzaremos varias de las puertas de la muralla, como la Puerta de Carmona, la de Morón y la monumental Puerta de Sevilla.
La villa fue conquistada a los musulmanes por Fernando III El Santo en 1240 y poco después se convirtió en la capital del Ducado de Arcos que ostentaba la familia Ponce de León, hecho que hizo que durante la Edad Moderna experimentara un gran desarrollo. Todo esto lo conoceremos visitando los restos del palacio ducal, construido sobre el antiguo alcázar en la zona alta. Junto a él se encuentra la iglesia de Santa María de la Mota, de estilo mudéjar que funcionó de capilla privada de los Duques y a la que accederemos. Al igual que también nos adentraremos en la iglesia de San Agustín, levantada en el siglo XVII como panteón de enterramiento de los duques y que posee una decoración única en su entorno a base de yeserías barrocas de influencia azteca e inca.
Continuando nuestro recorrido accederemos a la Plaza Ducal tras los arcos que la cierran. Allí se encuentra el edificio de las antiguas Casas Consistoriales del siglo XVIII, y muy cerca de ella, nos adentraremos en la iglesia de San Juan Bautista. De estilo gótico-mudéjar, es el templo más sobresaliente en cuanto a obras de arte atesoradas. El soberbio retablo mayor gótico hecho por los mismos artistas que los del retablo mayor de la catedral de Sevilla, su coro barroco, esculturas de Pedro de Mena o de Juan de Mesa, la custodia procesional de Francisco de Alfaro, los nueve lienzos de Zurbarán que decoran la sacristía, entre otros grandes artistas, son una buena muestra de ello. Otro buen conjunto monástico es el antiguo colegio jesuita y su iglesia de Santa Isabel, que también visitaremos por su interior y contemplaremos su retablo mayor renacentista.
Recorriendo las calles de Marchena veremos muchos y muy buenos ejemplos de palacios y casas palaciegas de la nobleza marchenera. Uno de los más destacados es la casa-palacio de Santa Teresa, el Palacio de Federico Valera o la Casa del Ave María, en el que entraremos a su interior para contemplar su patio claustral toscano y artesonados mudéjares.
Con esta jornada que le dedicaremos a Marchena romperemos la fama que le pesa al comprobar su belleza, además de pasar un estupendo día.
Contenidos e itinerario a cargo de Alberto López, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Málaga (2012), Máster de Arquitectura y Patrimonio en la Universidad de Sevilla, y guía oficial de turismo.