Antonio Cánovas del Castillo nace el 8 de febrero de 1828, en el nº 11 de la Calle Nuño Gómez siendo el primero de los hijos del matrimonio que, por supuesto, recibió el nombre de su padre. Fue bautizado el día 11 en la cercana parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula.
Tampoco hay que pensar en un Cánovas del Castillo empollón, retraído o tímido, al contrario, era un muchacho abierto al juego, al ejercicio físico y a alguna que otra travesura propia de la edad.
Pero el 2 de marzo de 1843 su padre moría dejando una viuda y cinco hijos en el más desamparo económico. Con 15 años y primogénito, Antonio cogió las riendas de su familia, se presentó ante la Junta de Comercio para, en memoria de su padre, solicitar una plaza de maestro ayudante en el Colegio de San Telmo, que consiguió (aunque con un sueldo…digamos que menguado)